A veces pasa, no siempre pero pasa que los días, su ritmo, su trajín nos llevan a pedir un momento, una pausa, un minuto de paz. Uno para sacarnos una sonrisa, pensando, anhelando, queriendo estar en ese lugar, ese del que solo es cómplice tu almohada como portal.
viernes, 12 de noviembre de 2010
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